DESCRIPCIÓN

Esta pequeña villa-frontera con el Principado de Mónaco debe todo su encanto a su situación geográfica y sobre todo a su proximidad con la naturaleza. De un lado sus pequeñas sendas bordeadas de plantas mediterráneas orillan la costa, del otro, el Macizo de la Tête de Chien, hacen de Cap d’Ail un pequeño paraíso terrenal.

HISTORIA

Las numerosas invasiones: ocupada por los Genoveses, por los Güelfos, anexados a Mónaco, retomada por la Saboya y luego conquistada por el Estado Sardo, Cap d’Ail fue incorporada a Francia en 1860.
Cap d’Ail ha tenido una historia animada. Luego de haber sufrido la ocupación de los genoveses y después de los Güelfos, la villa fue anexada al principado de Mónaco. Poco tiempo después, la Saboya toma el territorio que será muy rápidamente conquistado por los Sardos. En 1860, Cap d’Ail vuelve a ser parte de Francia. Por supuesto la villa no era como la conocemos hoy. Anexada a la comuna de la Turbie, Cap d’Ail no gana su autonomía hasta 1906, una vez que la creciente urbanización provocó la separación del municipio vecino. Rápidamente la pequeña ciudad de Cap d’Ail se convierte en un lugar de vacaciones privilegiado donde pasan todas las estrellas y personalidades del momento.

ANIMACIONES

La iglesia Notre-Dame del Cabo Fleuri es uno de los monumentos imperdibles de Cap d’Ail, del mismo modo que el Anfiteatro Jean Cocteau o el Castillo de l’Ermitage. Éste ha recibido a muchas personalidades durante el último siglo. En la actualidad, el castillo, renovado, es sede de numerosas manifestaciones: conciertos, piezas de teatro, exposiciones e incluso congresos…
Centro de terapias y bienestar recibe el título de « station climatique » en 1921. Cap d’Ail es reconocida por la calidad de sus aguas. Tres de sus playas han recibido además la Bandera Azul en 1995. También se puede practicar un gran número de deportes náuticos (vela, buceo…). Y no dejéis de visitar el Puerto Deportivo.
Al borde del mar encontraréis el chalet del autor Sacha Guitry con su Parque Sacha Guitry muy conocido por su rica flora mediterránea y su calma propicia a la lectura y a la meditación. Los paseantes pueden también descubrir sus numerosos senderos a orillas del mar como la Senda de la « Pointe des Douaniers » o el Camino Romano. Para los escaladores ávidos de sensaciones fuertes, se organizan salidas de montaña. Y los aficionados al golf encontrarán una gran variedad de campos en la región.
Cap d’Ail es sede cada año del « Festival Cap Jazz », un evento muy esperado.

SITUACIÓN y ACCESO

La pequeña ciudad de Cap d’Ail se encuentra entre Villefranche-sur-Mer y Menton, muy cerca de Mónaco y Beausoleil.
Por aire:
El aeropuerto internacional Niza Costa Azul es el más cercano. Un helipuerto con base en Mónaco permite hacer la conexión con el aeropuerto.
Por carretera:
Cogiendo la autopista A8, salir a Mónaco y en el 2° semáforo doblar a la derecha.
Viniendo de Génova, coger la salida Roquebrune Cap Martin luego seguir la nacional 7 hasta Cap d’Ail. Cap d’Ail es accesible por la cornisa media (N7) o por la cornisa baja (N98).
Por tren:
La estación de Cap d’Ail está comunicada con la red de trenes TER de la región.

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